Decálogo para ser corresponsal en el siglo XXI

Entrevista a Anna Bosch y Mikel Ayestaran

Fundación Juan March
Doble Clic en la March

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En febrero de 2022 visitaron la Fundación Juan March dos reporteros españoles expertos en información internacional: Anna Bosch y Mikel Ayestaran. Ambos corresponsales conversaron con Alejandra Herranz e Íñigo Alfonso en un evento que hemos resumido en este post y que puedes volver a ver aquí.

Anna Bosch (Barcelona, 1963) lleva más de veinte años cubriendo información internacional. Ha sido corresponsal en Moscú, Washington o Londres, desde donde ha informado de importantes acontecimientos históricos, como la segunda guerra de Chechenia en 1999 o la primera victoria de Barack Obama en el año 2008. Fundador de la “Plataforma de periodistas de información digital”, Mikel Ayestaran (Besain, 1975) vivió su “bautismo de fuego” en Líbano en 2006 y en 2015 fijó su residencia en Jerusalén, desde donde cubre toda la región de Oriente Medio para los periódicos del grupo Vocento y para EiTB.

Aprovechando su visita a la fundación –diez días antes de que estallara la guerra en Ucrania, que cubren desde entonces como enviados especiales, Anna en Bruselas y Mikel en Kiev– charlamos con ellos sobre algunos aspectos imprescindibles para ser corresponsal hoy.

Camila Fernández Gutiérrez

1. Elegir país

¿Cómo equilibras esa balanza entre mantenerte a salvo y cubrir conflictos que merezcan la pena, aunque sean peligrosos? ¿Cómo eliges dónde vivir y cómo te mantienes a salvo?

Mikel Ayestaran. “Yo aposté por una parte del mundo con la que llevamos prácticamente dos décadas desayunando, comiendo y cenando en nuestros informativos: Oriente Medio. Y al final, a la hora de analizar los riesgos, cada conflicto y cada país es diferente. Hay sitios que han sido muy, muy peligrosos, como Irak o Siria, y otros como Jerusalén, donde vivo, donde desde 2015 el periodismo que he hecho no es de guerra sino de post-conflicto”.A la hora de asumir riesgos, también me ayuda ser yo el que organiza los viajes. Por ejemplo, si me quiero ir a Siria, a zonas donde hay combate, y soy yo el que organiza el viaje, con mi chófer, con mi traductor y lo organizo todo, me siento más seguro que, por ejemplo, cuando tengo que ir a Afganistán con las fuerzas de Estados Unidos, de España o de Francia y me meten en un blindado con un capitán de veinte años nacido en Wisconsin al volante. Ahí no me siento tan seguro”.

2. Entender tu papel

¿Sigue siendo necesaria la perspectiva del corresponsal para entender los conflictos?

Anna Bosch. “[Lo que un corresponsal puede aportar es] saber qué es lo realmente importante para que una persona que no está familiarizada con esa situación lo pueda entender. También conocer, en la medida de lo posible, el contexto de país y del público al que se dirige, para poder traducir conceptos. Porque tú puedes saber cómo se traduce algo del ruso al español, pero la connotación con lo que eso se utiliza en Moscú en el día a día no es la misma. A veces hace falta mucho contexto, y pensar que la persona que te está viendo desde España no está aquí y no ha leído todo lo que tú has leído”.

Anna Bosch. Foto: Alfredo Casasola / Archivo: Fundación Juan March

3. Poner en contexto

En muchos casos, la perspectiva del corresponsal se convierte en la única verdad sobre ese sitio. ¿Cómo manejas esa responsabilidad?

Mikel Ayestaran. “Yo lo manejo desde el más puro sentido del periodismo local. Lo mismo que cuando estuve diez años trabajando en el Diario Vasco de San Sebastián. Es verdad que puedes tener la fotografía general del conflicto, pero lo único que puedes aportar cuando estás ahí es la proximidad a pie de calle. Yo lo intento gestionar así. Afganistán, por ejemplo, era el monotema de este verano. Estuvimos un mes hablando de Afganistán. Ahora coges el periódico y prácticamente no aparece nada. Yo llevaba veinte años allí, pero me daba cuenta de que tenía que empezar de cero, resetear y volver a explicar a la gente quién es este, quién es el otro, cómo hemos llegado a esta situación. De todas formas, creo que hoy, el que quiere estar informado puede estar informado. No es justificable eso de: ‘Es que la gente no se entera’. No es así. Si tienes interés, tienes acceso a todo lo que necesites. Y buen material. No tiene que ir Mikel Ayestaran a explicarte, lo puedes investigar tú mismo y luego ya complementarlo con la información de los que estamos trabajando sobre el terreno”.

¿Cómo explicas por ejemplo a alguien en España la relación de Ucrania con Rusia? [Esta pregunta se hizo diez días antes de que estallara la guerra].

Anna Bosch. “Tienes que explicar, aunque solo sea con una frase, decir que para Rusia Ucrania nunca será, nunca lo verá como un país soberano, completamente independiente. Siempre lo verá como un poco parte de Rusia por razones de siglos. Tienes que explicar que están en un lugar del mundo, que es un lugar de tránsito para lo que es la principal fuente de gas para Europa. Para España no tanto, porque nuestro gas viene de Argelia. Rusia nunca verá a Ucrania como un país soberano, siempre lo verá como un territorio que en cierta medida les pertenece, lo formulen como lo formulen. Tienes que contar que cuando se disolvió la Unión Soviética, a Rusia le sentó fatal, que desapareciera el Pacto de Varsovia y que la OTAN no solo no desapareciera, sino que se ampliara hasta la frontera de la antigua Unión Soviética e incluyera a tres de las repúblicas bálticas es una humillación para ellos. ¿Explicar esto justifica lo que haga Rusia? No. Pero si no lo explicas, no se entiende por qué le está echando un pulso a Occidente, por qué intenta desestabilizar la Unión Europea. Con este conflicto, Rusia y China le están mandando un mensaje a Estados Unidos que tiene implicaciones con Taiwán. Tienes que contar muchas cosas, porque en un conflicto internacional difícilmente hay sólo dos partes implicadas. Siempre suele haber más factores. Estamos todavía en réplicas del terremoto del fin de la Unión Soviética. Y Putin, cuando llega al poder en el 2000, ahora hace 22 años, sintoniza con eso y moviliza ese sentimiento, busca vengar esa humillación y que el mundo tenga que contar de nuevo con Rusia. Eso evidentemente en un minuto de televisión no lo puedes contar, pero sí en un reportaje, o en un artículo más grande. Una de las muchas lecciones es que los tiempos informativos son unos, pero los tiempos históricos son infinitamente más largos. A lo mejor naciste después de la caída de la Unión Soviética, pero para los rusos eso fue ayer”.

4. Convivir con la agenda

Oriente Medio ha estado todos estos años en el candelero. Pero ¿es posible atraer la atención sobre un tema que no está en agenda?

Mikel Ayestaran: “Es muy complicado. Puede haber, no sé, un desastre natural, por ejemplo un tsunami en Sri Lanka o un terremoto en Haití, que te permita hablar un poco de esos países. Yo no soy quien marca la agenda, te lo garantizo. Ni siquiera España. Los que marcan la agenda son los grandes medios mainstream: Reuters, AP, la BBC, Al Jazeera… y también determinados hubs para periodistas que hay en diferentes partes del mundo. Somos esclavos de la agenda, hay conflictos que aparecen en los medios y hay otros que no. Por ejemplo, hace dos años, la guerra de Armenia y Azerbaiyán en Nagorno Karavaj apenas tuvo repercusión. Era un conflicto interesantísimo, a las puertas de Europa, pero fue una de esas guerras sin titulares. Otro ejemplo: Si en vez de estar yo aquí sentado estuviera Xavier Aldekoa, nos podría contar mil cosas apasionantes sobre África. Pero tú coges el periódico y no existen”.

5. Adaptarse a la inmediatez

¿Cómo logras mantenerte informado de tantos temas distintos sin perder el foco en lo importante?

Anna Bosch. “Cuesta, cuesta mucho. Yo soy muy amanuense para algunas cosas, no soy nativa digital ni mucho menos, y a mí una cosa que me ayuda mucho es el tener un bloc de notas e ir poniendo conceptos, porque tengo la sensación –y creo que es más que una sensación– que si lo escribo se queda impregnado en mi cerebro. Lo que más cuesta es encontrar el tiempo para informarte. Es una de las cosas frustrantes de hacer periodismo hoy en día, y es que te obliga a “producir” constantemente. Cada vez, el ritmo informativo exige estar más tiempo con el coche en marcha , haciendo kilómetros y kilómetros, sin tiempo para repostar, sin tiempo para leer, para informarte, para un off de record si tienes la ocasión, para leer medios del sitio al que viajas, y luego para pararte y coger perspectiva. A ver, de este barullo, ¿qué es lo gordo?. Tienes que tener la disciplina de, según vas leyendo y te vas informando, dar unos pasos atrás mentalmente e intentar ver el conjunto. ¿Cuál es el tronco? No te quedes en las hojas, mira el tronco y las principales ramas del árbol. Echo en falta cada vez más el tiempo necesario para poder hacer ese ejercicio. Es importante pensar muchísimo, y cuando te toca un periodo de estos de información muy rápida, de breaking news, luego te pasa que estás buscando donde dejaste las gafas o el bolígrafo, y de repente dices: «¡pero si estaban aquí!»”.

En la era de la inmediatez, ¿un corresponsal puede dar un scoop?

Mikel Ayestaran. Hoy en día es muy, muy difícil. En la zona donde yo trabajo, si no te lo da Al Yazira, el New York Times o los tres o cuatro grandes referentes, que tienen un equipo con doce corresponsales, es muy difícil que te lo dé Mikel Ayestaran. Antes las coberturas duraban mucho más. Yo recuerdo, en 2006 o 2007 pasarme un mes haciendo trashumancia con pastores, son temas que ahora mismo serían imposibles de colocar. Ha habido un giro muy, muy radical, sobre todo con Twitter. Todo dura mucho menos. Ahora hay un atentado a las ocho de la mañana en Bagdad y a la una del mediodía la gente ya está cansada de leer tuits sobre el atentado. Antes tenías que esperarte al mediodía si trabajabas en la tele, o al día siguiente para leerlo en el periódico. Ya no. Todo ha cambiado, y tienes que adaptarte a eso, porque todos estamos enganchados de alguna manera. Todo el mundo dice que Twitter es como estar en un bar. Para mi no. Para mí Twitter es una maravilla. Es un formato más que tienes a tu disposición, si lo trabajas bien y tienes un crecimiento gradual, te acabas enganchando a la audiencia que tienes. Yo he ido creciendo muy poco a poco y al final te encuentras con 140 mil seguidores de gente súper válida, con un feedback muy interesante”.

Mikel Ayestaran durante la entrevista. Foto: Alfredo Casasola / Archivo: Fundación Juan March

6. Proteger tu credibilidad

En un tema que conoces, es más fácil saber a qué fuentes acudir, pero cuando no es así, hay tanta información que abruma…

Mikel Ayestaran: “Por eso es muy importante tener buenos filtros, tener referentes, no solamente en el periodismo, sino en la vida. Uno de los problemas que tenemos en nuestra profesión es que con 45 años que tengo ya te conviertes en referente. Eso no puede ser. Yo todavía estoy aprendiendo. Pero al final lo más difícil de nuestro trabajo es conseguir credibilidad, que la gente te crea. A mí me da igual que sea en 140 caracteres, en un ensayo, en un libro o en un reportaje, [lo importante] es conseguir credibilidad. Y con esa credibilidad lo que ganas, yo creo, es poder ir dando a la gente herramientas para que ellos mismos también tengan su propio criterio, sus propias ideas. Al final estás buscando a alguien que te explique Afganistán en 140 caracteres, no quieres más, quieres que sea rápido y sobre todo siempre tratas de buscar o de leer los medios que opinan o que tú piensas que opinan como tú. Es todo así. Aunque yo no soy así”.

Anna Bosch.En lugares que no son de conflicto armado tienes de entrada un problema que ahora vivimos a escala global. Hay dos maneras de censurar. Una es a lo bruto, el plan soviético y ruso ‘Niet’: no te dan la información. Otra es abrumándote: ‘Sí, sí, te vamos a facilitar toda la información’ y te echan encima un verdadero alud de información, sabiendo que no vas a tener tiempo ni capacidad para hacer el triaje de lo que es paja, lo que es propaganda y lo que es información. Y a eso se ha unido ahora algo que siempre ha existido, que es la desinformación, propulsada con unos motores de una potencia que nunca habíamos tenido antes, que son las redes sociales. No te dejas la vida en esas trampas, pero te puedes dejar tu credibilidad, porque si caes en la trampa de una información que no es cierta, de un vídeo que te venden que es una cosa y resulta que no lo es, no pierdes la vida, pero una parte de tu orgullo profesional y de tu credibilidad se pierde. Y para un periodista o para un medio de comunicación, o tienes credibilidad, no tienes nada en absoluto. Por mucho que vendas, por muy influencer que seas o por muy famoso que te hagas. Si no tienes credibilidad en este oficio, no tienes nada”.

7. Identificar las líneas rojas

Parte de tu labor es también distinguir la propaganda de la información…

Mikel Ayestaran.Sí. Cada conflicto es diferente, pero normalmente las informaciones de gobiernos o de milicias ya nos llegan. Aunque estemos en España ahora mismo, podemos saber lo que quiere el gobierno de Siria. El problema es que, como corresponsal, en países como Siria o Irán estás muy vigilado. Así que tienes que poner en una balanza si te merece la pena trabajar tan controlado, porque sabes que, si cuentas eso, no vas a volver. Así que te planteas: “¿Merece la pena sacrificar mi acceso a este país por dar esta información?” Y al final aprendes, si puedes, a escribir entre líneas. Pero es muy complicado, [trabajar] en esos sitios es muy complicado”.

¿Y cómo aprendes a identificar esas líneas rojas?

Mikel Ayestaran. “Para mí uno de los trucos es intentar producir yo los viajes, valorar los riesgos y, dentro de un mismo conflicto, nunca cambiar de bando. Si por ejemplo voy a Siria y estoy trabajando en el lado del régimen, estaré toda la cobertura en ese lado. No se me ocurre hacer la mitad de la cobertura en el lado opositor. Es algo que he aprendido con el tiempo, porque metí la pata en alguna ocasión y es muy peligroso”. “En Siria era muy fácil: las zonas bajo control del régimen se separaban por una calle de las de la oposición. Tuve la tentación de decir: ‘Vamos a ver cómo se ve desde el otro lado’, y lo hice. Y eso es muy peligroso, porque cuando vuelves al lado del que venías, ya eres un colaborador en potencia. No saben qué has podido contar, pones en peligro a toda la gente que está trabajando contigo… Es muy delicado”. “Yo estoy blacklisted en Irán desde 2016. No puedo ir a Irán, no me dan visados. Es un orgullo, también. Si a esta gente no le gusta lo que yo hago es buena señal. Pero luego estás en Jerusalén y te dicen: ‘No, es que tú eres pro iraní’. Y yo: ‘¿Pro iraní? ¡si llevo seis años sin entrar en Irán!’ Pero en esta zona del mundo es siempre así. Las líneas rojas son muy claras, cada país tiene las suyas, y tienes que saber cuales son y lidiar con ellas. Y a veces las traspasas o los censores piensan que las has traspasado”.

8. Percibir los olores y los silencios

¿Es necesario tener una perspectiva de fuera para poder percibir esos olores, esos silencios que llevan tanto tiempo asentados que la gente que los vive ni es consciente de ellos? ¿Es esta una de las cualidades imprescindibles del corresponsal?

Anna Bosch. “Las cosas no pasan porque sí. Las cosas, por extrañas, ilógicas o descabelladas que te parezcan, suelen formar parte de una secuencia más larga. Yo entiendo el periodismo como que tú tienes que entender por qué pasa eso, y cuando estás mucho tiempo en un sitio puedes hacerlo. Volver a los sitios aporta el que ya conoces ese sitio, ya sabes una serie de cosas. Vas a ver qué ha cambiado. En conflictos que voy con gente que nunca ha estado allí, la reacción del que llega, es decir: ‘Pero bueno, esta gente, ¿por qué se pone a llorar?’ “Pero esta mujer, ¿por qué dice que esto no te lo va a contestar? Y tú dices: “Es que seguramente tiene una razón para no contestarme’, O dices: ‘No, es que en los Balcanes, treinta años después de la última guerra, todavía hay muchos silencios, todavía hay mucha gente a la que le cuesta hablar. A una mujer que ha sido violada en guerra le cuesta hablar. Es un trauma tremendo. Y hay sociedades enteras que han sido violadas. Y cuesta mucho. ‘Y este, ¿porque qué no quiere que su hija croata salga con un serbio?” Ya, pero es que hace solo treinta años, cuando el padre de esta chica tenía veinte años, se estaban matando entre ellos”.

9. Aprender a mirar

Algunas voces proponen reinventar la cobertura internacional recurriendo a medios locales que no reproduzcan una mirada colonial. ¿Cómo logras tener una mirada más amplia sobre la realidad, salir del eurocentrismo?

Mikel Ayestaran. “No sé, a mí los viajes que hago por Europa ya me parecen bastante copy paste. Vayas a la ciudad a la que vayas te vas a encontrar el Zara, el Mango, el Starbucks, el McDonald’s… Y todavía hay sitios donde esto no es así. Hay sitios a los que puedes ir y que te llaman la atención por su singularidad. Oriente Medio todavía conserva ese duende que a muchos occidentales nos llega trayendo años. Como los africanistas, somos orientalistas, nos gustan esas mezclas, ese ambiente. Pero es un choque cultural tremendo. En todos los aspectos de la vida, desde la educación hasta la vida en familia o las cosas básicas del día a día, somos culturalmente muy diferentes. Pero a su vez, eso es lo que me atrae”.

Para saber más…

  • Sobre por qué los corresponsales son tan necesarios, este hermoso texto de uno de los mejores corresponsales del siglo XX: Timothy Garton Ash.
  • Sobre los retos que afronta la profesión del corresponsal hoy, esta sesión de La cuestión palpitante en la que Anna Bosch y Mikel Ayestaran responden a otras preguntas fundamentales sobre ser periodista de información internacional, que resumimos en este post.
  • Sobre la precariedad de esta profesión, este texto de Bill Gentile que explica cómo el derrumbe del modelo de negocio de los medios tradicionales ha empujado a periódicos y televisiones a cerrar muchas de sus corresponsalías.
  • Sobre posibles soluciones, este texto en el que Kirsten Han llama a reinventar la cobertura internacional con la ayuda de reporteros locales que no reproduzcan una mirada colonial.
  • Sobre Oriente Medio, este libro, en el que Mikel Ayestaran narra junto al periodista Ramón Lobo sus experiencias en esta zona marcada por profundas divisiones étnicas, políticas y religiosas.
  • Sobre el proyecto europeo, este libro publicado por Voces 5W que establece un diálogo a distancia entre los periodistas Anna Bosch y Pablo Rodríguez Suanzes.
  • Sobre la importancia de distinguir propaganda e información, este episodio del podcast Current Affairs que es una entrevista a Patrick Cockburn, corresponsal en el Oriente Medio para el Financial Times y The Independent.

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